Más energía en cada batería

La eficiencia siempre ha sido un
factor competitivo decisivo en la logística. Más que la mera velocidad, para
los proveedores y clientes es crucial que las mercancías lleguen del punto A al
punto B de la forma más económica posible siendo el coste mínimo. Así, el
interés se centra cada vez más en el consumo de energía de los procesos
logísticos. Diseñar el flujo de materiales interno y externo aumentando la
eficiencia energética no solo resulta razonable desde el punto de vista
ecológico, sino también desde el económico. Un menor consumo de corriente
deriva en menos costes, lo que supone una importante ventaja frente a la
competencia internacional que cada vez es más dura. La política europea exige a
las empresas unas medidas cada vez más estrictas para reducir el consumo de
energía y así poder contrarrestar el cambio climático, además de garantizar que
Europa sea un emplazamiento industrial a largo plazo.
Una empresa consolidada dentro de
la logística europea es el grupo Rhenus. Este proveedor de servicios a nivel
mundial con sede principal en la localidad de Holzwickede (Renania del
Norte-Westfalia) está presente mediante diferentes áreas de negocio en más de
460 emplazamientos y da empleo a unos 25.000 trabajadores, por ejemplo, en la
ciudad suiza de Basilea. Es aquí donde Rhenus Contract Logistics AG, una de las
empresas del grupo Rhenus, mantiene un centro logístico puntero con una
superficie de almacenamiento de 13.000 metros cuadrados. Esta delegación se
encuentra justo al lado del Rin, la vía fluvial más importante de Europa, con
cuyo nombre en latín se bautizó a la empresa en 1912.
Logística sostenible con vehículos industriales
eléctricos
La sede de Basilea, donde trabajan
40 personas, es especialista en la logística contractual para diferentes
clientes. Los casi 10.000 puestos de palés y 35.000 puestos de almacenamiento
con baldas guardan diferentes mercancías comerciales del sector no alimentario
como, por ejemplo, accesorios para practicar deporte, juguetes o artículos
domésticos. Rhenus también opera in situ un callcenter que se encarga de
tramitar los pedidos y las devoluciones para la venta por catálogo. La flota de
24 vehículos industriales eléctricos, con vehículos de las macas Jungheinrich,
Linde y Still, asume el flujo de materiales interno.
La eficiencia energética y la
sostenibilidad son temas clave para esta empresa. "Hacemos un gran
esfuerzo para reducir nuestro consumo energético y con ello nuestras emisiones
de CO2 y los costes de funcionamiento", comenta Silvio
Kellenberger, jefe de almacén de Rhenus Contract Logistics. "Sea en la
optimización de todos los procesos logísticos, en el empleo de iluminación por
LED o en la inversión en una instalación fotovoltaica propia". El
emplazamiento dispone de un sistema integral de gestión medioambiental y está
certificado según la norma ISO 14001. Rhenus es además miembro del Modelo de
pequeñas y medianas empresas de Basilea: una iniciativa conjunta de la empresa
suministradora de energía IWB, la agencia de energía de la economía EnAW, la
oficina para medio ambiente y energía AUE y la asociación de empresas
industriales de la ciudad de Basilea que apoya a las empresas en la mejora
continua de su eficiencia energética y promueve las correspondientes medidas de
optimización.
Proceso de carga con gran potencial de ahorro
Referente a la gestión
medioambiental también Rhenus ha analizado detalladamente su flota de
carretillas elevadoras y el resultado ha desvelado un enorme potencial de
ahorro oculto, tanto en cuanto al consumo de energía como a la eficiencia del
proceso. Los vehículos industriales eléctricos son accionados por baterías de
plomo para las que existe una estación de carga centralizada en un lateral de
la nave. Como este centro logístico no trabaja con servicio de varios turnos,
las carretillas elevadoras tampoco disponen de baterías de cambio. "Antes,
en determinadas horas, conectábamos todos los vehículos industriales para
cargarlos al mismo tiempo, independientemente del estado de carga de la
batería", recuerda Kellenberger. "No obstante, este método no era muy
económico". Además, la técnica disponible estaba un poco obsoleta: algunos
de los cargadores incluso estaban equipados con la tecnología anticuada de 50
hercios, lo que aumentaba innecesariamente los costes de energía sobrecargando
las baterías. En consecuencia, las tan caras baterías de plomo solían llegar
muy rápido al final de su tiempo de utilidad.
En su búsqueda para optimizar el
proceso de carga, los responsables de Rhenus Contract Logistics dieron
rápidamente con Fronius: el líder tecnológico en tecnología de carga de
baterías con sede en Pettenbach (Alta Austria) ha desarrollado la nueva
generación de equipos Selectiva, una solución que permite incrementar
claramente la eficiencia del proceso de carga y la vida útil de las baterías de
accionamiento. "El secreto es el novedoso proceso de carga Ri que se
adapta de forma individual a cada una de las baterías", desvela Reto
Baumgartner, asesor comercial de sistemas de carga de baterías de Fronius
Suiza. "Según la antigüedad, la temperatura y el estado de carga, la
batería tiene una determinada resistencia interior que influye directamente
sobre la curva característica de carga". Esta a su vez minimiza la
sobrecarga que es la responsable de que se pierda tanta energía y se calienten
tanto las baterías, consiguiéndose así una disminución en el consumo de energía
y un aumento de la vida útil.
Carga según las necesidades en vez de a una
determinada hora
Rhenus utiliza desde agosto de 2015
doce equipos Selectiva con un éxito impresionante: "Gracias a su diseño
compacto ha mejorado la impresión visual de nuestra estación de carga que tiene
ahora un aspecto mucho más logrado y más moderno", opina Kellenberger.
Pero esto no es todo: "Hemos conseguido diseñar un proceso de carga
considerablemente más eficiente", añade el director de la empresa. Los
equipos ofrecen cargas flexibles de los diferentes tipos de batería, algunos
tienen una potencia de un kilovatio y otros de ocho. Las carretillas elevadoras
y los cargadores están numerados para facilitar su asignación y evitar errores.
A todo ello se añade un cambio decisivo: "El proceso de carga ya no se
realiza de forma general a determinadas horas sino estrictamente en función de
la necesidad", explica Kellenberger. "De este modo no necesitamos un
cargador por cada carretilla elevadora, sino solo la mitad". Al mismo
tiempo ha mejorado claramente la disponibilidad de los vehículos industriales,
avanzando en la optimización de los procesos del centro logístico.
Kellenberger se muestra
entusiasmado por las ventajas del proceso Ri: "Gracias a la carga
ahorrativa hemos conseguido reducir radicalmente el consumo de energía de
nuestra flota de carretillas elevadoras". Y lo que es más: "Este
proceso cuida nuestras baterías y alarga considerablemente su vida útil",
hecho que también se hace notar en los costes de funcionamiento porque ahora
las baterías de accionamiento –que son tan caras– se cambian con frecuencia. La
nueva tecnología es además mucho más fiable: "Antes siempre se producían
picos de corriente al comienzo de la carga", se acuerda Kellenberger.
"Esta situación incluso podría provocar una sobrecarga de los fusibles. Y
si no nos dábamos cuenta, ni siquiera se realizaba la carga". Gracias a
los equipos de Fronius, este problema es cosa del pasado. Rhenus incluso ha
podido seguir utilizando los fusibles existentes para reducir así de forma
decisiva el tiempo y esfuerzo necesarios para la instalación.
Un paso importante hacia una mayor eficiencia
Junto con los costes de energía se
ha conseguido reducir también la necesidad de trabajo gracias a la nueva
tecnología de carga de baterías, un sistema claro y flexible que facilita el
manejo y permite ahorrar claramente más tiempo. Como el suave proceso de carga
reduce la pérdida de agua en las baterías, los empleados tienen que rellenarlas
con menos frecuencia. De esta forma Rhenus ha conseguido dar un paso importante
hacia la máxima eficiencia en su centro logístico. "Los equipos de Fronius
nos ayudan a cumplir las altas exigencias que nosotros mismos nos hemos marcado
con la certificación ISO y la participación en el 'Modelo de pequeñas y
medianas empresas de Basilea'", se muestra convencido el director de la
empresa Kellenberger. "Las buenas experiencias adquiridas junto con
Fronius hacen que la colaboración también sea atractiva para otras sedes de la
empresa".