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Cambio climático global: es hora de actuar

Conceptos básicos de energía FV

12/01/2022
El cambio climático ya no es un escenario lejano, sino que se ha convertido, indudablemente, en una realidad. Las consecuencias ya son claras en todo el mundo, y por ello, es hora de actuar y cambiar nuestra forma de pensar. La buena noticia es que todos podemos hacer algo para ayudar a preservar el clima.
 

 

 

Se ha reconocido que la actividad humana ha sido responsable del calentamiento de la Tierra en aproximadamente 1°C desde el comienzo de la revolución industrial. Siempre ha habido veranos especialmente calurosos, como el de 2018 y 2019, pero los estudios de los datos climáticos de las últimas décadas muestran una serie de años calurosos consecutivos superior a la media, lo que apunta a un cambio duradero en el clima.

Las emisiones causan el calentamiento global

El aumento de las temperaturas medias se debe al efecto invernadero, por el cual los gases de la atmósfera dejan pasar la radiación solar y, al mismo tiempo, bloquean la radiación de calor de la Tierra al espacio exterior. El efecto invernadero también existe como fenómeno natural, ya que, sin él, la temperatura media de nuestro planeta sería de -18°C.

 

Sin embargo, desde la época de la revolución industrial, las personas hemos potenciado este efecto natural y con nuestras actividades estamos provocando una creciente concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Hemos aumentado la concentración de CO2 en un 44% en los últimos 150 años, principalmente por la quema de combustibles fósiles como el petróleo, el carbón y el gas natural.

Nuestros ecosistemas no están diseñados para hacer frente al cambio climático global

Este aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera ha provocado un calentamiento del planeta que ha dado lugar a fenómenos meteorológicos extremos, como las sequías de 2018 y 2019. Los efectos no solo se ven en las pérdidas de cosechas, sino también en los devastadores incendios forestales y de matorrales, como los de Australia, Alemania y el Ártico.

Los largos períodos de sequía y calor hacen que la vida vegetal sea mucho más propensa a los incendios forestales. Entre junio de 2019 y principios de 2020, los catastróficos incendios forestales de Australia destruyeron una superficie de 126.000 km², equivalente a un país del tamaño de Grecia, Bangladesh o Nicaragua.

Los océanos almacenan CO2, pero a un coste

Las consecuencias del cambio climático global no sólo se dejan sentir en nuestro planeta. Las altas concentraciones de gases de efecto invernadero también están provocando profundos cambios en los océanos. En los últimos 200 años, los océanos han almacenado más de una cuarta parte de las emisiones mundiales de C02. Esto nos ha salvado de un calentamiento climático aún más extremo, pero también ha tenido consecuencias de gran alcance.

La absorción de CO2 reduce el valor del pH del agua del mar, lo que provoca un efecto conocido como acidificación de los océanos. Esta acidificación está dificultando la formación de los esqueletos de carbonato cálcico de las criaturas marinas, como los corales o los mariscos. Los efectos de la acidificación y el calentamiento de los océanos ya pueden observarse en la actualidad: las poblaciones de peces están disminuyendo más de lo que puede explicarse por la sobrepesca, las colonias de mariscos están reduciendo su tamaño y las poblaciones marinas están migrando hacia los polos.

¿Qué puedes hacer para cambiar las cosas?

Estos ejemplos demuestran poderosamente que el cambio climático global ya está teniendo efectos tangibles. Aun así, es importante decir que no es demasiado tarde, pero tenemos que actuar ya.

Tú también puedes contribuir a crear un futuro en el que merezca la pena vivir. La mayoría de los gases de efecto invernadero se liberan en el proceso de conversión de los combustibles fósiles en calor y electricidad, y el transporte es otro de los principales responsables de las emisiones.   En ambas áreas, las personas podemos tomar medidas particulares para ayudar al planeta, a través de soluciones de energía y movilidad que tienen sentido, para nosotros y para nuestro clima.

En ambas áreas, las personas podemos tomar medidas particulares para ayudar al planeta, a través de soluciones de energía y movilidad que tienen sentido, para nosotros y para nuestro clima.

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