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5 consejos de ahorro energético para el verano

Ahorro con fotovoltaica

28/01/2022
Cada año nos alegramos cuando los días empiezan a ser más largos, la temperatura sube y comenzamos a tener esa sensación de vacaciones. Sin embargo cuando llega una ola de calor y los termómetros marcan más de 35 grados, un ambiente fresco es con lo único que soñamos. Pero esto no se logra a cualquier precio. Te dejamos cinco consejos sobre cómo puedes gastar menos energía y mantenerte fresco durante el verano mientras ahorras dinero, incluidos algunos sencillos consejos que además te permitirán reducir tu huella ecológica al mínimo durante los meses más calurosos del año.

Consejo 1: Ventilación óptima

Al igual que en invierno, la ventilación eficiente es muy importante. La temperatura está en su punto más bajo a horas tempranas de la mañana y durante la noche, por lo que puedes ventilar las habitaciones en esos períodos del día. Durante los meses de verano, de junio a agosto, lo ideal es ventilar durante 30 minutos. A partir de las 11 a.m., cuando empieza a hacer calor, solo debes abrir las ventanas brevemente si quieres renovar el aire, de lo contrario intenta mantenerlas cerradas. Hacer esto te permitirá disfrutar de temperaturas agradables incluso en verano, y ahorrar energía, dinero y emisiones de CO2, ya que puedes reducir el uso de ventiladores o sistemas de aire acondicionado.

Las cortinas y persianas enrollables también son útiles para mantener el calor fuera de tu hogar. Si no estás en casa durante el día o hace mucho calor al mediodía, cierra las cortinas y baja las persianas. Los árboles también son tus mejores aliados durante el verano, ya que no solo producen oxígeno, sino que también proporcionan sombra.

Consejo 2: ¿Aire acondicionado o ventilador?

En días muy calurosos, es posible que necesites refrigeración adicional, y si es así, lo ideal es que uses un ventilador. La razón es simple: un sistema de aire acondicionado que funciona durante 8 horas al día durante 30 días, representa 70 kg de CO2 y utiliza mucha electricidad. Los ventiladores son, sin duda, la opción más respetuosa con el medio ambiente y de menor coste. Sin embargo, trata de encenderlos solo cuando estés en la habitación.

Importante: El uso de sistemas de aire acondicionado plantea el riesgo de provocar un resfriado, ya que el aparato genera enormes diferencias de temperatura entre interiores y exteriores en verano. También debes tener cuidado con los ventiladores, aunque puedes minimizar el riesgo de coger un catarro siguiendo estos consejos:

  • Utiliza solo la opción de aire más fuerte durante períodos cortos. Cuando uses el ventilador durante un período de tiempo más largo, configúralo de manera que emita un aire medio o bajo.
  • El ventilador no debe apuntar directamente a las personas, y menos a la cabeza o a la garganta.
  • Los ventiladores no deben dejarse funcionando durante la noche mientras duermes. Lo ideal es que pongas el ventilador con la opción de aire más fuerte media hora antes de irte a la cama y luego lo apagues.

Consejo 3: Ahorra energía usando un tendedero en lugar de una secadora

Algo que realmente deberías usar en verano es un tendedero clásico, ya que ahorra hasta 120 kg de CO2 al año en comparación con una secadora. Es el claro favorito cuando se trata de eficiencia energética, ya que un hogar de 3 personas ahorrará una cantidad significativa de costes energéticos con esta forma tradicional de secar la ropa. Además, en los días calurosos, la colada generalmente secará más rápido en un tendedero que en una secadora.

Consejo adicional: Si no puedes vivir sin tu secadora, entonces adquiere una con calificación de eficiencia energética A y ponla solo en marcha cuando esté completamente cargada.

Consejo 4: Apuesta por las barbacoas en vez de por la cocina interior

Cocinar en casa genera calor y a menudo encendemos un ventilador o el aire acondicionado para refrigerar después de haber cocinado, lo que también consume energía y aumenta los costes. ¡Por ello es mucho más práctico sacar la barbacoa que tanto nos gusta en verano! Los platos fríos, como una ensalada o o un gazpacho, son una gran idea en caso de tener un bajo apetito debido al calor.

Si tienes una barbacoa de carbón, debes buscar la identificación FSC o Naturland al comprar carbón, para que puedas estar seguro de que fue producido ecológicamente. Además del carbón clásico, también puedes comprar briquetas de cáscara de coco o carbón de bambú, que son más neutros en CO2. Sin embargo, las parrillas solares, de gas o eléctricas son más respetuosas con el medio ambiente.  

Por último, hay que tener en cuenta que el 95 por ciento de las emisiones de CO2 de una barbacoa dependen de lo que esté cocinando. Por lo tanto, cuanto más vegetarianos o veganos sean tus platos, menor será la cantidad de CO2 emitida.

Consejo 5: el gran consumidor de energía es el frigorífico

Las frigoríficos y congeladores demandan la mayor cantidad de energía del hogar, especialmente en verano. Cuando abres la puerta de la nevera, el aire frío se escapa y el frigorífico debe usar energía para reemplazar esto. El impacto es especialmente notable cuando la temperatura ambiente es alta: cada vez que abres la nevera, se utiliza tanta energía como la de una bombilla de bajo consumo de 12 W que se enciende durante 50 minutos.

En promedio, esto provoca 15 kg de CO2 innecesarios por hogar al año, ¡solo por abrir la puerta de la nevera! Por lo tanto, tiene sentido pensar en lo que deseas coger de la nevera con antelación, para que la tengas abierta el menor tiempo posible. Además, cuanto más lleno esté el frigorífico, mejor será la capacidad de refrigeración y, por lo tanto, menor será la cantidad de energía consumida.  

Consejo adicional: También tiene sentido, tanto económica como ecológicamente,  cambiar a un frigorífico moderno que ahorre energía, Por ejemplo, un electrodoméstico con calificación de eficiencia energética A utiliza hasta un 50% menos de electricidad que sus modelos anteriores.