Trabajar durante todo el día en el sistema de soldadura es altamente estresante. Los ojos se cansan con rapidez debido a las cambiantes condiciones de iluminación y a los altos niveles de radiación UV. Los humos de soldadura comienzan a afectar la concentración después de cuatro horas a más tardar. También existe el peligro del „destello“ por parte del arco voltaico, además de las erupciones y quemaduras que pueden ocurrir durante la soldadura de aluminio si el cuello de la chamarra del soldador no está cerrado de forma adecuada.